jueves, enero 31, 2008

PRESENTANDO A SAN VALENTÍN

SAN VALENTÍN

LA GRAN FIESTA ANUAL DE EXALTACIÓN DE LA PAREJA Y DIGNIFICACIÓN DEL SEXO ELEVÁNDOLO A LA CATEGORÍA DE AMOR RITOS de obligado cumplimiento para celebrar dignamente la fiesta de SAN VALENTÍN

Por San Valentín se supone, y es el punto de partida que corresponde en esta fiesta, que a toda pareja la une el AMOR, o que para ella el sexo está impregnado de AMOR. Si no es verdad el resto del año, por SAN VALENTÍN ha de serlo Hay que acordarse de expresar de vez en cuando el amor con gestos y palabras que lo hagan patente. Si uno u otra lo han ido olvidando o postergando a lo largo del año, para SAN VALENTÍN toca.

Los comerciantes nos dan miles de ideas para que nuestras palabras de amor no se las lleve el viento. Hay que recuperar de vez en cuando la emoción de los primeros encuentros y el clima del inicio de la convivencia. Si no ha habido ocasión para ello durante el año, la fiesta de SAN VALENTÍN es el momento indicado.

Todos necesitamos sentirnos queridos, deseados, contemplados, complacidos... Las penurias de cada día no nos dejan tiempo para estos refinamientos. Para SAN VALENTÍN no hay excusas que valgan. Del mismo modo que por Navidad toca ser bueno con todo el mundo, por SAN VALENTÍN toca ser bueno con tu otra mitad.

LAS COSAS Y SUS NOMBRES

QUERER

Los sentimientos son realmente difíciles de encerrar en palabras. De hecho pertenecen al mundo de lo inefable (lo que es imposible fablar, porque no cabe en las palabras). Eso da lugar a que llegados a este tema las palabras sean sumamente escurridizas o más bien que las cosas se escurran de las palabras.

El verbo querer lo hemos tomado del latín quaerere, que está muy lejos del significado que actualmente damos en español a esta palabra. Y aun en nuestra lengua tiene dos valores bien diferenciados. Cuando decimos "Te quiero", el verbo no vale lo mismo que cuando decimos "Querer es poder".

El significado básico de quaerere, que en España se pronunciaba "querere" (para convertirse en "querer" sólo necesitó perder la e final, como todos los infinitivos), es "buscar"; de ahí, "intentar obtener"; de ahí "preguntar" y "suplicar". Esta dispersión del significado hace que estén emparentados con el verbo querer, conceptos que le son tan ajenos como cuestión, cuestionar, encuesta, inquirir, inquisición, adquirir, adquisición, requisito, requerimiento... en todos los cuales está presente la raíz quaer del presente o quaest de la forma nominal o supino.

Cuando pasamos a su sinónimo amar, que procede directamente del latín amare, nos encontramos con un fenómeno parecido de dispersión. Tal como en nuestra lengua se usa sólo en el ámbito del amor, en francés por ejemplo, se escapa de ese ámbito; y donde nosotros decimos "me gusta tal o tal cosa", los franceses dicen "yo amo tal o tal cosa".


Más aún, posiblemente gracias a esa equivocidad del verbo amar en francés, que tanto significa amar como gustar, y porque algunas diferencias hay en la forma de vivir la cuestión en un país y en otro, los franceses (¿o acaso más bien las francesas?) han podido fraguar la feliz expresión "hacer el amor", que hemos incorporado de mil amores, porque en nuestra lengua, para expresar lo mismo sólo disponemos de tecnicismos o de groserías. Algo habrá en esto del "Dime que me quieres, aunque sea mentira". Al fin y al cabo en francés es casi lo mismo decir "Te quiero" que "Me gustas". Quizás sea ésa la causa de que no nos parezca ningún contrasentido hacer el amor sin amor.

http://www.elalmanaque.com/sanvalentin/

Artículo publicado en la edición del Almanaque Nº 3045 Jueves 31 de Enero de 2008

miércoles, enero 30, 2008

Día Escolar de la No Violencia y de la Paz

Día Escolar de la No Violencia y de la Paz

LAS COSAS Y SUS NOMBRES

PAZ

Indicado ya el origen de la palabra en la sección anterior, entro directamente al desarrollo de la misma a través de denominaciones que nos dan cuenta de su paulatina institucionalización.

La obligación sagrada de la venganza (vindicatio) fue el motor de buena parte de las hostilidades en que constantemente estaban enzarzados individuos, familias y pueblos desde el principio de la historia. Y la limitación de estas hostilidades fue el inicio de la construcción del concepto de paz que actualmente manejamos.


La piedra de la paz era un asiento de piedra colocado en las iglesias generalmente junto al altar para escapar a la acción de los vengadores y de la justicia. Desde la misma fundación del pueblo de Israel, Dios ordena a Moisés que reserve ciudades de refugio a las que no pueda llegar la persecución de los homicidas involuntarios, con lo que los parientes de la víctima, obligados a la venganza, quedan eximidos de esta obligación. Esta institución de los lugares de asilo se generalizó, siendo todas las iglesias lugar sagrado de asilo dentro del que no podía continuar la persecución, bajo gravísimas penas eclesiásticas y civiles. La piedra de la paz que algunas iglesias conservan es el último vestigio de esa antiquísima institución denominada la paz de las iglesias.

La paz de Dios fue instituida por San Luis rey de Francia en 1245 para limitar en el tiempo las guerras en que estaban enzarzados los señores entre sí. Abarcaba desde Adviento hasta Epifanía (mes y medio); Desde Quincuagésima hasta Pentecostés (dos meses y medio), más las cuatro témporas, más las fiestas principales. El señor que mataba a alguien durante la paz de Dios era expulsado de sus tierras.

La paz del rey era la tregua de 24 horas que se hacía en algunas guerras civiles con ocasión del santo del rey.
La paz de las estaciones y de la agricultura era la que regía mientras el labrador estaba ocupado en las labores del campo. No podía recibir citaciones judiciales, ni se le podían requisar los bueyes o los caballos. Atacar a un labrador o a sus bienes durante las labores del campo era casigado con pena mayor.

La paz del domicilio prohibía en él toda violencia, de manera que si ésta se producía era castigada con mayor severidad. Desde muy antiguo se consideró la casa como un lugar sagrado porque en ella se mantenía el fuego (hogar), del que participaban los dioses familiares (lares). De esas lejanías viene el moderno concepto jurídico de inviolabilidad del domicilio.

PAZ II

Ahora que han pasado los días idílicos de la "noche de paz" y de la "paz en la tierra a los hombres de buena voluntad", podemos hablar seriamente de paz. Y lo más serio es el mismo origen de la palabra. Su raíz es pac-. Probablemente el primitivo del que derivan todas las demás palabras de este grupo léxico, es el verbo paco / pacare / pacatum, que significa pacificar tras haber vencido, sometido, sojuzgado, etc.; domar, someter, reducir, vencer. Y el resultado de la acción de este verbo es la pax (paz).

De la misma manera que para definir la libertad es imprescindible la esclavitud, porque de ella procede; así también para definir la paz se necesita la guerra, porque sin ésta puede haber quietud, tranquilidad, sosiego, pero no paz.

Como muy bien dice el verbo pacare, para pacificar a un pueblo, antes se le ha tenido que vencer, sojuzgar y reducir; antes se le ha tenido que someter por la violencia. Y el pacificador no puede ser otro que el mismo que ha ejercido sobre él la violencia, el vencedor. Si la victoria sobre ese pueblo es total, si ese pueblo se ha rendido por no poder soportar ya más violencia y más guerra, pacificación es sinónimo de sojuzgamiento total y absoluto.

Si por el contrario el agresor ha sido vencido, es el vencedor quien impone la paz, quien determina las condiciones de pacificación, que no pueden ser otras que la reducción y el sometimiento total del vencido. Si el agresor ha decidido cesar en su violencia después de unas operaciones de intimidación y castigo, las condiciones de pacificación serán proporcionales a la eficacia de la intimidación y el castigo. En cualquier caso, la pacificación es el objetivo y la culminación de toda acción bélica.

En la órbita de paco / pacare tenemos paco / pacere, usado preferentemente en su forma frecuentativa deponente paciscor / pactus sum, de la que procede la palabra y el concepto de pacto. La forma de participio pasivo a que da lugar la conjugación deponente, nos sugiere la idea de que el mismo sujeto es agente y paciente de la pacificación. El pacto sería, en ese caso, la autoimposición por cada una de las partes de las condiciones de paz: al no haber conseguido el agresor sojuzgar al agredido, le propone un pacto, es decir una autoimposición de la paz por cada uno de los bandos, en virtud del cual el agresor se compromete a cesar en su agresión y el agredido renuncia a tomarse la revancha.

Si no se trata de pactar una terminación de la partida en tablas, sin vencedores ni vencidos, es que se trata de coronar los objetivos de la guerra y recoger sus frutos imponiendo una pacificación proporcional a la intimidación alcanzada.


Mariano Arnal LÉXICO

ENLACES DE INTERÉS
Edualter
Red de Recursos Educativos de Educación para la Paz, el Desarrollo y la Interculturalidad
Educa en la Red
Recursos educativos de educación para el desarrollo.
Sedupaz
Seminario de Educación para la Paz de la Asociación Pro-Derechos Humanos de España.
IEARN
Red educativa internacional: recursos, proyectos, debates, ...
EIP
Asociación Mundial "Escuela instrumento de Paz".
IPRA
International Peace Research Association
Fellowship of Reconciliation
MIR-IFOR. Movimiento internacional de la Reconciliación.

Artículo publicado en la edición del Almanaque Nº 3044 Miércoles 30 de Enero de 2008

martes, enero 29, 2008

LAS COSAS Y SUS NOMBRES

LAS COSAS Y SUS NOMBRES

CARNAVALES : PURGAR

Del latín purgo, purgas, purgare, purgavi, purgatum. Algunas formas coinciden con nuestro verbo purgar. Eso significa que ha pasado a nuestra lengua sin ninguna variación; no sólo en la forma, sino también en el significado, salvo que se ha reducido un tanto. Parece bastante verosímil que su forma primitiva fuese púrigo (compuesto de purus y ago = hacer puro); se ajustaría a todas las reglas de la evolución fonética.
Para los romanos tenía por tanto como primer valor, el de limpiar; y los demás eran una extensión de éste: purgar, evacuar, eliminar, hacer desaparecer, dejar libre, exculpar, disculpar, excusar, expiar, lustrar...

Desarrollaron una buena gama de derivados: purgamen llamaban a la limpieza y a su producto, la suciedad, la inmundicia. Purgamentum (plural purgamenta) lo usaban para nombrar la porquería, la basura, las mondas de las cebollas, las heces, los esputos.

Se usaba como insulto, e incluso se registran en Petronio (coetáneo de Nerón) valores religiosos: sacrificio expiatorio, purificación, expiación. Purgatio, purgationis, acción de purgar, de limpiar, de expeler los malos humores, limpieza, purga, menstruo, expiación. Purgamen, suciedad, inmundicia, purificación, expiación, pureza. Purgator era el responsable de la limpieza, el limpiador: Purgator latrinarum = limpiador de letrinas. Purgatura, acción de purgar, purga. Purgatorium, medicamento para purgar, purga.

Si repasamos los campos léxico y semántico de este término en español, no es menor la variedad: purgar, purga, purgación, purgatorio. Purgar tiene tantos significados como limpiar; purificar algo quitándole lo que le sobra y las imperfecciones; pagar las culpas con penas o sufrimientos, darle a un enfermo algún medicamento para exonerar el vientre; evacuar humores sobrantes o nocivos de cualquier órgano, herida, etc.; limpiar a través de los conductos de acceso, espacios cerrados de máquinas y mecanismos; padecer el alma las penas del purgatorio para limpiar sus impurezas.

El término purgante designa en especial la medicina usada para favorecer la evacuación del vientre. Se le llama también purga (en inglés lo llaman drastic). En mecánica se llama purgador al conducto para acceder a partes cerradas de la máquina en cuyas paredes se forman condensaciones y sedimentos. Purgación es la acción y efecto de purgar o purgarse; la sangre de la menstruación y la que se expulsa naturalmente después de haber parido; su plural purgaciones se emplea para designar el líquido purulento que se produce en la uretra y sale por su orificio exterio. En terminología sanitaria se denominan gonorrea o blenorragia.

Es de destacar una aplicación muy singular, ya en desuso, de este último término: se llamaba en la edad media purgación vulgar a cualquier prueba, como la del agua hirviendo, el fuego, ser tirado en aguas profundas, etc. a las que se sometía a los reos para que demostrasen su inocencia. El hecho de que saliesen indemnes de esas pruebas, llamadas también juicio de Dios, era la demostración más fehaciente de su inocencia. En efecto, se interpretaba como un acto más de purificación o exculpación que de inocencia. Hoy persiste en el ámbito jurídico el término purgación para referirse a la refutación de los indicios o acusaciones que se han presentado contra alguien. Es, realmente, dejar totalmente limpio (purgado) al acusado. Y nos queda el purgatorio.

Mariano Arnal
LÉXICO

Artículo publicado en la edición del Almanaque Nº 3043 Martes 29 de Enero de 2008

lunes, enero 28, 2008

CARNESTOLENDAS


CARNESTOLENDAS

“Tolle, tolle, crucifige eum”, gritaban los judíos cuando Pilatos les presentó a Jesús hecho un estrago, con el célebre “Ecce homo”. “Quita, quita, crucifícalo”. Tóllere significa en efecto quitar, apartar, suprimir, eliminar. Lo más llamativo de esta denominación del Carnaval es la forma de gerundio del adjetivo que acompaña a carnes: se trata en efecto de carnes que han de ser eliminadas, que han de ser suprimidas.

El gerundio (gerundius, forma arcaica de gerendus) es el modo con el que expresamos que algo tiene que ser hecho, que debe hacerse, o más exactamente ser conducido a su realización. Recordemos que del verbo gérere derivan gestor, gestación, gerente y gesta. El hecho, pues, de que en una época determinada se denominase al Carnaval “Carnes tolendas”, induce a pensar que en esa época no debía estar aún implantada del todo la Cuaresma, y que por tanto necesitaba una semana de campaña, bajo el santo y seña de "las carnes deben ser suprimidas”. Porque se trata en cualquier caso de una consigna cuaresmal; en ningún caso carnavalesca.

No está nada claro el proceso de implantación de la Cuaresma en la cristiandad. Los ayunos de preparación a la Pascua se fueron alargando, hasta llegar al número de 40 días. Si bien la palabra Cuaresma empieza a sonar en el siglo IV, como primer avance de lo que acabaría siendo una práctica canónica de toda la iglesia, no aparecen hasta el siglo IX pruebas claras de que la Cuaresma es ya una práctica generalizada. Esto significa que el proceso de implantación de la Cuaresma fue de muchos siglos; que no fue llegar y besar el santo, sino que se necesitó un largo período de indoctrinación.

Tampoco tenemos noticia de qué ocurría entretanto con toda la gama de Carnavales paganos, que se venían celebrando desde mucho antes que la Cuaresma, y con formatos totalmente distintos según las épocas y lugares. Lo más probable es que para vender mejor el producto, se pusieran los Carnavales al servicio de la Cuaresma, para hacerle de agente de propaganda, de paso que se supeditaban a ella. Precisamente el nombre de Carnes tolendas, carnes que hay que quitar, induce a pensar que se trataba en efecto de una semana de campaña para convencer de la necesidad de practicar la Cuaresma, y que se adaptarían como elementos propagandísticos la gran variedad de costumbres más o menos carnavaleras que cada pueblo tenía.

Todas las etimologías “cristianas” del Carnaval son de carácter cuaresmal, por más que la mayoría de Carnavales sean la más directa antítesis de la Cuaresma. No lo es, por ejemplo, el que se adivina en el Arcipreste de Hita, en cuyo Libro de Buen Amor vemos concentradas las celebraciones en una auténtica presentación de la Cuaresma dándole la batalla a la carne; y luego en la Semana Santa, que no se la nombra por este nombre, y en la Pascua. La interpretación de carnem levare, o carnis levamen está en la misma línea que el carnes tolendas (levare significa igualmente quitar, llevarse; de ahí procede este verbo), pero con la diferencia de que en estas interpretaciones se da la Cuaresma, que es siempre su referente, como definitivamente asentada.

Lo mismo ocurre con la denominación de Carnestoltas, que es otro de los nombres del Carnaval y el de su rey. Este nombre es indicativo de la definitiva implantación de la Cuaresma que se pretende promocionar con el Carnaval; porque en vez del gerundio (expresión de un deber, una obligación o una necesidad), se emplea el participio perfecto pasivo (con el que se expresa que una cosa ya está hecha) del mismo verbo tollo, tóllere, tuli, tultum o toltum (en su versión medieval, no la clásica). Queda claro, pues, por los diversos nombres cristianos del Carnaval, que éste se concibió como una campaña festiva de promoción de la Cuaresma y del ayuno, la abstinencia y la penitencia que ésta lleva aparejadas. Son las paradojas propias de una religión eminentemente aglutinadora.


Artículo publicado en la edición del Almanaque Nº 3042 Lunes 28 de Enero de 2008

domingo, enero 27, 2008

Día Mundial de la Lepra

Día Mundial de la Lepra

Desde el año 1954, el último domingo de enero, se celebra en diferentes países del mundo el Día Mundial de la Lepra.

Esta jornada tiene como objeto denunciar la preocupante presencia que esta enfermedad milenaria tiene aún en países de Asia, América Latina y África, y la sensibilización de la sociedad en la lucha contra la enfermedad.

El promotor de esta iniciativa fue el periodista francés Raoul Follereau (1903-1977). Tras visitar una leprosería en Costa de Marfil, quedó tan impresionado que comenzó a organizar movilizaciones y manifestaciones en favor de los enfermos de lepra. Todo ello cristalizó, el 31 de enero de 1954, en la celebración del primer Día Mundial de la Lepra.

Simbólicamente, eligió el último domingo de enero, cuando el Evangelio narra la curación de los enfermos de lepra.

Follereau pretendía "una movilización universal de espíritus y corazones en favor de los leprosos". Su objetivo principal era sensibilizar a la sociedad sobre la existencia de esta enfermedad, con la intención de alejar la imagen negativa que se tenía de los afectados. En la actualidad, el último domingo del mes de enero se ha convertido en un día especial en el que se recuerda la fuerte presencia de esta enfermedad en diferentes zonas del mundo, principalmente empobrecidas.

Historia de una enfermedad milenaria


La lepra es una enfermedad que ha azotado a la humanidad desde hace miles de años (en códices egipcios de 1500 a.C. ya se habla sobre su existencia). Su expansión mundial se debe a las conquistas, cruzadas y colonizaciones entre diferentes países y continentes.Para evitar su contagio, a los enfermos de lepra se les excluía de la vida común, recluyéndolos en determinados lugares, llamados lazaretos, de los que no podían salir.Un claro ejemplo de esto es la isla de Culión (Filipinas): en 1906 los americanos, para aislarlos totalmente, la convirtieron en reserva exclusiva de enfermos de lepra.

El Doctor noruego A. Hansen descubrió en 1876 el bacilo causante de la lepra: el Mycobacterium Leprae.Síntomas: Tres fases de la lepraLos síntomas pueden aparecer después de varios años de la infección, ya que el proceso de incubación de la enfermedad es largo (de 2 a 7 años).Uno de los primeros síntomas es la insensibilidad al dolor, que no se advierte ante rasguños o quemaduras. Las zonas insensibles adquieren una coloración distinta al resto de la piel.

Con frecuencia aparecen parálisis musculares y fragilidad en los huesos, especialmente en los dedos de las manos y pies.Otros síntomas, ya más tardíos, son el abultamiento de la frente y la distorsión facial, a la que se ha llamado "cara leonina".


LA ENFERMEDAD CON MÁS HISTORIA

Desde el mismo momento en que los historiadores declaran iniciada la historia con la aparición de los primeros escritos de la humanidad, ahí aparece en ellos la enfermedad de la lepra. En efecto, en unos papiros egipcios datados hacia el 4.600 antes de Cristo, se pueden leer recomendaciones para combatir esta plaga.

Tres factores son los que han convertido a la lepra en enfermedad histórica: la absoluta imposibilidad de ocultar las graves deformaciones y ulceraciones de la cara y de todo el cuerpo cuando está muy desarrollada; la constatación de que se transmite por contagio; y el carácter epidémico que llegó a tener en algunos lugares y momentos.

Una parte de la historia de esta enfermedad nos la proporciona el pueblo judío, que la sufrió con especial virulencia. Los historiadores creen que la contrajeron en Egipto, porque la Biblia no la menciona en absoluto antes de que emigrasen a ese país. Pero entre los papiros hay uno escrito por el sacerdote egipcio Manethon, que cuentan de forma muy distinta la salida de Israel de Egipto.
Según este documento, la huida de Israel de Egipto no fue tal, sino expulsión: habiéndose extendido por el país una enfermedad contagiosa que manchaba todo el cuerpo -dice el papiro refiriéndose probablemente a la lepra-, el faraón Bochoris acudió al oráculo de Amón en busca de remedio.
La respuesta fue que era preciso purificar el pueblo expulsando de él a todos los que padecían esa enfermedad. Y al estar extendida especialmente entre la población judía de Egipto, el faraón decidió expulsar a los judíos, y con ellos a los demás leprosos del país, empujándolos al mar y luego al desierto. Es aquí donde Moisés, uno de los expulsados, se convierte en caudillo y refundador del pueblo de Israel.

También el historiador Tácito se hace eco de esta leyenda, que no es la única que achaca a los judíos la propagación de esta enfermedad, que ellos vivieron y sintieron como una maldición bíblica. El historiador judío Flavio Josefo replicó a estas leyendas con sólidos argumentos. Pero los judíos eran una espina en el imperio romano, y su leyenda negra se iba tejiendo inexorable. Los estudios epidemiológicos no avalan la asignación de un pueblo determinado como foco de esta enfermedad, pues desde la más remota antigüedad se detecta también en India y China, sin referencia alguna a si es autóctona o importada.

Al tener la lepra formas muy diversas, unas muy benignas y otras sumamente malignas, su diagnóstico no ha sido nada seguro. De hecho buena parte de los rituales judíos encaminados a aislar a los leprosos del resto de la población, no eran sino procesos de diagnóstico. Y se iba realmente a tientas.

Dermatólogos de gran renombre como el Dr. Hebra han sostenido que el santo Job no fue castigado por Dios con la lepra, sino con la sífilis; pues a esta enfermedad, que es curable, responden más bien los síntomas descritos en la Biblia. Asimismo en los cementerios de leprosos (que hasta ahí llegó su segregación), se han hallado numerosos cráneos de sifilíticos; señal de que fueron diagnosticados erróneamente como leprosos. Estos errores de diagnóstico han incrementado el historial de esta enfermedad más allá de sus dimensiones reales.

http://www.anesvad.org/lepra/pub/cast/dml.htm

Artículo publicado en la edición del Almanaque Nº 3041 Domingo 27 de Enero de 2008

CARNES TOLENDAS Y CARNES TOLTAS

CARNAVALES : CARNES TOLENDAS Y CARNES TOLTAS

Nos quedamos perplejos cuando analizamos el significado de Carnes Tolendas, que no es otro que “Las carnes han de ser suprimidas”, han de ser puestas en cuarentena, es decir que hay que hemos de volver a la celebración de la Cuaresma, aunque esta vez no por motivos religiosos, sino por motivos sanitarios.

Mientras la política alimentaria y sanitaria estuvo en manos de las religiones, coincidieron la mayoría de éstas en asignar una época del año a trabajar profundamente sus políticas higiénico-alimentarias. Aquello que habían decidido que convenía hacer, lo vestían cada uno con los respectivos ropajes religiosos, y conforme a ellos imponían unas conductas y unos ritos. El cristianismo no fue el inventor de la abstinencia de carne, ni de los ayunos, ni siquiera de la abstinencia sexual y demás prácticas purificadoras o purgadoras. Ni inventó tampoco la asignación de una época del año a estas prácticas y a los ritos que las acompañan; como el cierre de las carnicerías durante toda la cuaresma, porque durante toda ella tenían que abstenerse los cristianos de comer carne.

Donde toda la población era cristiana, bastaba el seguimiento del calendario litúrgico, que formaba parte de la vida, para encontrarse metido en los respectivos períodos y prácticas sin necesidad de proponérselo expresamente. Pero donde, como en España, estaban mezclados pueblos de distintas religiones, se crearon las inevitables tensiones, que con el tiempo se ritualizaron. Una de éstas fue la agrupación de todo el gremio de pescateros para conseguir que ni una sola carnicería quedase abierta durante la Cuaresma. Eran las vacas gordas de los pescateros, era su agosto, y no se lo iban a perder. La iglesia les dio cancha para que fueran los grandes promotores de la cuaresma, y lo fueron, naturalmente, mediante la celebración carnavalesca de la guerra de Doña Cuaresma, en la que se personificaba la representación de todos los pescateros, contra Don Carnal, en quien estaban personificados todos los carniceros.

Durante la semana que precedía al inicio de la Cuaresma, la semana de las Carnes Tolendas, se promocionaba precisamente el pescado. Se entablaba la batalla de éste contra la carne. Además del sentido directo, tenía evidentemente otro alegórico, de inculcación de valores puramente religiosos. Pero el estribillo era constantemente el mismo: hay que suprimir las carnes, hay que suprimir las carnes, hay que suprimir las carnes. Las que se ofrecían en las carnicerías, y también las propias carnes. Había que someterse a una dieta y a un régimen de adelgazamiento. Tal y cual.

La gran paradoja es que coincidiendo con la liquidación de la Cuaresma religiosa (mucha celebración para despedir a la carne, pero ya no se la despide), hemos instituido una cantidad de cuaresmas dietéticas y estéticas,sosas y asépticas, que dejan chiquita a la Cuaresma. Los que quieren conservar la línea se ven obligados a rigurosísimas cuaresmas, repetidas a lo largo del año, e incluso obligados a regímenes alimentarios que hasta los más rigurosos monasterios hubiesen considerado excesivamente duros.

Y por si algo nos faltara, entre que las vacas se nos vuelven locas y los cerdos mueren de calentura, nos hemos entregado con fervor a la abstinencia de carne, como si de repente se nos hubiesen rebelado sus grandes valores profilácticos y terapéuticos, o nos hubiésemos reconciliado con la santa, y por santa denostada Cuaresma.

Más en http://www.elalmanaque.com/carnaval/

Artículo publicado en la
edición del Almanaque Nº 3041 Domingo 27 de Enero de 2008

sábado, enero 26, 2008

CARNAVALES : CATARSIS


CATARSIS, esa es la palabra que mejor define todos los carnavales. Limpieza general de la casa y del alma. ¿Y eso cómo es?

El denominador común de todos los CARNAVALES que en el mundo son y han sido, es la limpieza general y a fondo. Es la ocasión en que se revuelven todos los armarios y todos los rincones de la casa y se encuentra uno con su pasado.

Cuando los CARNAVALES no se habían comercializado aún y convertido en espectáculo, lo que se hacía era disfrazarse con las ropas viejas propias o ajenas que uno encontraba en los baúles cuando emprendía la gran limpieza anual de la casa marcada por la cuaresma (para los romanos el mes de febrero es el de la limpieza; y los musulmanes también empiezan su Ramadán con la limpieza general).
Hoy nos podemos dedicar a los lujos y esplendores del CARNAVAL, porque tenemos superado ya el gran problema de la higiene que pasaba cuentas cada pocos decenios diezmando la población.

Era obligado una vez al año, antes de la primavera, sacar todos los trastos viejos de casa, repellar los desconchones de las paredes, encalarlas por dentro y por fuera y dejarlo todo reluciente para cuando los dioses pasasen la solemne inspección en sus carrozas navales sobre las que danzaban los fieles en su presencia.

Por eso en unos CARNAVALES las escobas y los barridos son grandes protagonistas, y es un honor y señal de buen augurio tener la escoba como pareja del baile.

En otros CARNAVALES se da salida ritual a la rivalidad entre vecinos tirándose a la cabeza unos a otros los trastos que salen de la limpieza de las casas. Esas rivalidades se han reconducido hacia la chirigota, los concursos y las grandes competiciones de cuadrillas, peñas y escuelas de samba.

En todos los CARNAVALES se da jovialidad a la limpieza general poniéndose trapos que ya no se llevan, y se aprovecha para vivir unos días en unos hábitos que no son los propios y con unas caretas que no nos corresponden.

Es que necesitamos también urgentemente sanear nuestra alma. Cambiar de alma por unos cuantos días para ventilar nuestro espíritu. Necesitamos emigrar a otras formas de personalidad y conducta, para que cuando retomemos la nuestra, nos alegremos de recuperarla.

Es la gran CATARSIS de los CARNAVALES. Sumerjámonos en ellos, que será muy saludable. Para eso ofrecemos en este ESPECIAL CARNAVAL 2008 una gira por los más prestigiosos CARNAVALES DEL MUNDO.

Brazilian Carnaval




Más en
http://www.elalmanaque.com/carnaval/
Artículo publicado en la edición del Almanaque Nº 3040 Sábado 26 de Enero de 2008

viernes, enero 25, 2008

CARNAVALES : DON CARNAL Y DOÑA CUARESMA

CARNAVALES : DON CARNAL Y DOÑA CUARESMA

Al Libro de Buen Amor del Arcipreste de Hita, una de las joyas de la literatura española, le ocurre lo que a tantas grandes obras: a todo el mundo le suena, pero muy pocos son los que lo leen. Entre otras razones porque es de muy difícil lectura, no sólo por tratarse de español antiguo, sino también porque se desarrolla en un escenario tan distante de la escena en que nosotros estamos, que las palabras con que nos lo describe, y los valores, costumbres y cosas que nombra, nos suenan a cuentos de la China. Es que la Edad Media nos cae ya en otra galaxia.

Dentro de la obra, uno de los pasajes que más suenan, porque son de referencia obligada, es el de la disputa entre Don Carnal y Doña Cuaresma. Pero en los libros escolares de literatura no se ofrece el desarrollo argumental de esa disputa, con lo que cada uno se deja llevar por lo que sugieren las propias palabras: Doña Cuaresma no necesita definirse: es la personificación de la penitencia, del ayuno y de la abstinencia. Y por eso es lógico deducir que Don Carnal es su antítesis, la personificación por tanto de la gula y de los pecados de la carne. Y puesto que estas interpretaciones encajan con la línea moralizante al uso (tan “sui géneris” como las intenciones moralizantes de la Celestina), se queda uno con esa idea, y se ahorra la molestia de leerse los 992 versos en que se desarrolla el tema de Don Carnal, Doña Cuaresma y Don Amor, que resulta ser el gran protagonista, que aparece en la apoteosis de este pasaje.

En el recorrido que estoy haciendo estos días para recopilar toda la información posible relativa al Carnaval, a fin de darles a nuestros lectores la visión más completa y bien construida a que alcance nuestra capacidad y nuestro tiempo, he leído la recopilación que hizo Joan Amades en su Costumari Català, de las costumbres de Carnaval en los pueblos y ciudades de Cataluña (a pesar de ser muy reducido el ámbito geográfico, es asombrosa la pluralidad de usos y costumbres); he consultado lo poco que dicen las enciclopedias sobre el tema; he contrastado con ritos y costumbres de otras culturas, asimilables al carnaval; he recorrido en internet todos los sitios que de un modo u otro se ocupan del Carnaval; y se me ocurrió que para completar la visión del tema, era obligado acercarme a ver de qué iba La pelea que ovo Don Carnal con Doña Cuaresma, en el Libro de Buen Amor, porque ni que fuese de refilón, alguna relación podría tener Don Carnal con el Carnaval, andando tan cerca de Doña Cuaresma.

Y ya sea porque tengo la vista y las entendederas empapadas de Carnaval, ya sea porque realmente es así como hay que verlo y entenderlo, resulta que todo lo que leo en esta treintena de páginas del Libro de Buen Amor, me suena a Carnaval; me suena a lo que me viene sonando lo que he leído a lo largo de todas las lecturas de estos días: en un pueblo van en persecución del judío montado en su rocín; en otro celebran la pelea ritual entre carniceros y pescateros; más allá dan la cencerrada con todos los enseres de cocina; en otro lugar, renuevan la vajilla, los cacharros de la cocina y los enseres viejos, en otro tiran de escoba, y resulta que todo esto me lo voy encontrando también en los versos del Arcipreste, en unos casos totalmente literal, y en otros muy parecido. En fin, que con fundamento o sin él, no puedo resistirme a leer en ellos la larga secuencia de grandes celebraciones, procesiones y comparsas que se inician en Carnaval y terminan por Pascua. Porque en realidad se trata de todo un ciclo.

Y se me ocurre pensar si el Arcipreste no será, como Homero, un juglar recopilador del repertorio de que en aquel tiempo usaban los juglares; y que entre sus versos, tenían que figurar necesariamente los autos que se celebraban en las representaciones paralitúrgicas más importantes del año.

Mariano Arnal

Artículo extraido de la edición del Almanaque Nº 3039 Viernes 24 de Enero de 2008

DENUNCIA : PRÓXIMA MATANZA DE ZORROS EN GALICIA

PRÓXIMA MATANZA DE ZORROS EN GALICIA

Como colofón a dos meses de continuas matanzas de zorros en Galicia, el 27 de Enero tendrá lugar en esta Comunidad el Campeonato Nacional de Caza del Raposo, al que acudirán cientos de "matarifes" con sus escopetas con el único objetivo de meter un cartucho en el cuerpo de esas criaturas y posteriormente, exhibir sus cadáveres como una colección de macabros trofeos.
La Conselleria de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia consiente tal atrocidad, la de Cultura y Deporte otorga subvenciones a la Federación Gallega de Caza y ésta última, aporta censos falseados en los que indica que existe una población de zorros hasta quince veces superior a la que muestran estudios científicos imparciales y fiables.


Se han enviado escritos a la Administración solicitando la paralización de esta carnicería injustificable y exponiendo datos que avalan la escasez de zorros entre otras razones por la falta de alimento que padecen, pero nuestros gobernantes, en un alarde de prepotencia e ignorancia, asumen por válidos los argumentos de los cazadores y potencian su actividad destructiva.

Es, en fin, una complicidad aberrante entre la Administración y los "escopeteros", con el único objetivo de no reconocer graves deficiencias en su gestión y de generar ingresos para la zona los primeros, aunque el sangriento negocio implique sufrimiento y muerte y de justificar una masacre los segundos, que por extrañas razones que algunos no alcanzamos a comprender, encuentran placer en ver saltar por el aire con el cuerpo reventado, a una criatura indefensa que ningún daño les ha hecho.

Estamos en 2008, a estas alturas a nadie se le escapa que los espacios naturales cada vez están más reducidos y degradados, que la fauna ve menguado su hábitat y que muchas especies corren un riesgo serio de desaparición y sobre todo, que no deberíamos de permitir que el entretenimiento de algunos seres, suponga la agonía de otros. Podemos permanecer ajenos a lo que va a ocurrir el día 27 de Enero, pero no olvidemos que ese domingo se van a perpetrar docenas de crímenes y que sólo la protesta mayoritaria de una sociedad harta de que se cometan tales injusticias, puede evitar lo que un Gobierno autónomo "progresista" se empeña en permitir y alentar, a pesar de las denuncias interpuestas y de lo injustificable de los argumentos esgrimidos por los responsable de organizar tales cacerías.Dos colectivos, entre otros, son los principales encargados de informar de estas salvajadas, de servir de plataforma para expresar opiniones y aportar ideas y de organizar actos orientados tanto a la divulgación de los hechos como a impedirlos. Se trata de Matar por Matar NON y de Equanimal.

Sólo me mueve el deseo de que algún día, mis hijos vivan en un Planeta en el que la cultura de la muerte no sea una realidad y en el que se respete el derecho a la vida de todos los seres, tanto racionales como irracionales y en el que hayamos aprendido a conservar nuestro entorno en condiciones dignas para todos los que en él habitan; si no lo logro, quiero que al menos ellos hayan visto en sus mayores un ejemplo de esfuerzo por crear y no por destruir, educándoles en la convivencia, el respeto, la solidaridad y la tolerancia. Con ese objetivo, escribo esta carta y hago el ruego a todos aquellos a los que también le duela esta triste realidad, de que colaboren hasta donde puedan para difundirla y se impliquen de forma más activa si tienen posibilidad de ello, acudiendo a las movilizaciones que van a tener lugar el día 27 para tratar de evitar la Matanza de Zorros en el Campeonato Nacional que se celebrará en Galicia.


Quienes deseen sumarse a este esfuerzo pueden ponerse en contacto con dichos colectivos a través de los siguientes medios:Matar por Matar NON: matarpormatarnon@yahoo.es Tfno: 676750768
Equanimal: DavidH@equanimal.org 902 102945

Gracias y mi reconocimiento a todos los que dedican parte de su tiempo a ser voz de los más débiles.

Julio Ortega Fraile

Artículo extraido de la edición del Almanaque Nº 3038 Jueves 24 de Enero de 2008

jueves, enero 24, 2008

CARNAVALES : DISFRAZ

CARNAVALES :

DISFRAZ

Los diccionarios se curan en salud respecto al origen de esta palabra, y dicen que no hay certeza sobre el mismo.Esto no obstante, apuntan con preferencia al verbo frezar como su más probable origen. Corominas, el gran lexicólogo, dedica tres páginas de su diccionario etimológico a argumentar y documentar esta tesis. Me apunto a ella.


Según Corominas, la forma original de esta palabra fue desfrezar, y si no deriva, por lo menos tiene que ver con el catalán desfressar, documentado desde un siglo antes que el correlativo español, y con una evolución de significado que explica satisfactoriamente su evolución hasta el que hoy tiene. Se trata de una hipótesis muy verosímil.

El verbo frezar, en versión catalana fressar, significa escarbar u hozar un animal haciendo hoyos o frezas; restregarse el pez contra las rocas o contra el fondo para desovar; roer las hojas el gusano de seda. La freza es por tanto, además de la acción de frezar, la huella que dejan los animales con esa acción. El origen es latino: frictiare sería el verbo del bajo latín (no documentado) que daría lugar a esta palabra. Es frecuentativo de fricare, que significa frotar, restregar. En el derivado fricción se percibe claramente el significado de este verbo. Pues bien, si le añadimos el prefijo des-, tenemos la acción de borrar las huellas de la freza, es decir borrar huellas sin más.

El verbo catalán desfressar aparece en el siglo XIV con los significados de desfigurar, disimular, falsear. Sólo un siglo más tarde apuntaba la palabra en castellano, y en el siglo siguiente se afianzaba, pero con el significado ya decantado hacia el que actualmente tiene. La forma desfrezar, que sería el puente entre la forma catalana y la que hoy tiene la palabra en español, está dudosamente documentada. No disponiendo de ninguna otra explicación suficientemente sólida, forzoso es quedarse con ella. Hay quien apunta la posibilidad de que la palabra disfraz tuviera que ver con frazada, término arcaico con el significado de manta, capa, embozo. Otra etimología más, apunta a un hipotético verbo disfactiare, derivado de fácere (hacer) y que significaría desfigurar. Son verosímiles, pero no están documentadas.

En cuanto a la evolución del significado, parece que también fue en catalán donde antes se produjo la asociación entre esta palabra y el disfraz propiamente dicho: desde el primitivo significado de borrar huellas (frezas) pasó a desfigurar y engañar (esta intención está presente en el verbo desde su misma creación), para llegar finalmente al disfraz de carnaval, que fue quien finalmente se quedó con la palabra. Y parece que vuelve a ser el catalán la lengua que primero aplicó este término a los disfraces festivos, allá por el siglo XIX. Antes de esto, recibían distintos nombres. No olvidemos que los griegos al antifaz o careta lo llamaban proswpon (prósopon) y los romanos persona. Y no perdamos de vista que en estos términos no se oculta ninguna intención engañosa, como ocurre claramente en el término disfraz si es cierto el origen y evolución que le asignamos.

Esto en cuanto al nomen (el nombre). En cuanto a la res (la cosa), todos los analistas están de acuerdo en que los disfraces tienen dos orígenes: por una parte el teatro, y por otra el culto a los antepasados. Sin embargo, ambos orígenes se unen en los tiempos más remotos, pues en cualquier caso el teatro es el desarrollo civil de cultos religiosos. Y tanto en el culto a los antepasados como en el teatro, la asunción de la personalidad de éstos mediante el disfraz, persigue objetivos mágicos; durante las celebraciones y ritos cede las riendas de nuestra conducta a los personajes representados por los disfraces. Se trata de dejarse llevar por el personaje en el que cada uno se ha convertido. Motivos religiosos indujeron a nuestros antepasados a cambiar de “persona” en las grandes fiestas en honor de los muertos; y motivos de terapia mental individual y colectiva son los que imprimen tantísima fuerza a los carnavales: es la gran oportunidad de ser otros.


Mariano Arnal

Artículos extraidos de la edición del Almanaque Nº 3038 Jueves 24 de Enero de 2008

miércoles, enero 23, 2008

El Almanaque Nº 3037 Miércoles 23 de Enero de 2008


CARNAVALES : LA NECESIDAD DE DISFRAZARSE

Casi sin darnos cuenta pasamos de Todos los Santos a la Navidad y Nochevieja; y de aquí al Carnaval. Nombro estas tres fiestas y las enlazo porque tienen un denominador común: los disfraces. Y ese denominador común les viene del hecho de que en distintos momentos de la evolución de nuestro calendario, las tres celebraciones correspondieron al Fin de año.

Y de los tres fines de año es el más reciente, el del calendario actual, el que menos recurre a los disfraces, por no haber incorporado aún del todo los ritos que corresponden a este género de celebración. Pero va avanzando en ese camino, como si la fuerza de nuestros ancestros nos arrastrase inexorablemente hacia esos sagrados ritos.

Y siendo materia prima de cualquier rito el culto a los antepasados, era inevitable que en las celebraciones más importantes del año (las que cierran un ciclo y abren otro), fuesen éstos los principales protagonistas. Estamos naturalmente en el culto más primitivo, el familiar, el que en Roma se tributará a los Lares, los dioses del hogar, antepasados muy próximos, cuya leyenda tenía mucho de biográfica. Y un paso más cerca de los Lares, los difuntos más recientes de la familia. En la estructura religiosa de Roma, al igual que en las demás religiones, el primer eslabón del más allá, del mundo superior en cuya cima están los dioses, el primer eslabón son los más próximos antepasados.

Todo este mundo tenía un poder ilimitado sobre el devenir de los vivientes: desde las primeras obras literarias de nuestra cultura, empezando por la Ilíada y la Odisea, lo tenemos claramente ejemplificado. Eran los dioses y diosecillos los dueños de la vida humana. Por eso era impensable despedir un año e iniciar el siguiente sin contar con los artífices y guías más inmediatos de nuestras vidas: los antepasados. No sólo eso, sino que en la formulación ritual de este culto, éstos pasaban a ser los protagonistas, cediéndoles los vivos sus cuerpos para que viviesen y actuasen en ellos durante estas fiestas.

Un simple principio de realismo verosímil y reconocible condujo a acercar todo lo posible la propia figura a la del difunto al que se quería rendir tributo y homenaje cediéndole la propia vida durante esos ritos de renovación y recambio. Se trataba pues de convertirse en otra persona mucho más noble, en general aquella cuyo lugar en la vida se pretendía ocupar. Se esperaba que la más fiel caracterización y la más estricta imitación durante las ceremonias del modelo elegido, obrarían la gracia de investir con la personalidad del difunto al que tales ritos celebraba. Recordemos que a la careta que caracterizaba a los actores, los romanos la llamaban persona y los griegos proswpon (prósopon). Pensemos en la prosopopeya proswpopoiia (prosopoiía) que decían éstos, y que no era más que la caracterización y la representación con personalidades distintas a la propia.

Y resulta que esta inclinación tan ancestral no sólo no se extingue, sino que a través de distintas formas se perpetúa. Tendremos que preguntarnos no sólo por el teatro, sino por el cine también, y por la televisión, y por las demás ficciones de la vida; y por tantos juegos de todas clases que nos ofrecen convertirnos en personas distintas. Y en este momento hemos de preguntarnos cuál es la fuerza que mueve tantísimo Carnaval como prolifera en todo el mundo. Los psicoanalistas, y con ellos los sociólogos, antropólogos y demás estudiosos de la humanidad, nos dirán que se trata de una manifestación de nuestro espíritu profundo, que hoy como ayer se purifica transmigrando de personalidad en personalidad; que es necesario por lo menos una vez al año salir de sí mismo, para dejar fuera los miasmas que le intoxican, y volver cada uno de nuevo a sí mismo con la perspectiva de quien ha tenido la oportunidad de mirarse desde fuera.


EL ALMANAQUE procura dar día a día la información no perecedera que rodea a las grandes fechas del calendario. El Carnaval es una de ellas, e intentaremos seguirlo de cerca.

Artículo extraido de la edición del Almanaque Nº 3037 Miércoles 23 de Enero de 2008

martes, enero 22, 2008

El Almanaque Nº 3036 Martes 22 de Enero de 2008

CALENDARIO HEBREO

La cultura cristiana, heredera directa de la cultura hebrea, mantiene en común con ella una fiesta, la Pascua, y su peculiar situación variable en el calendario.

Siendo el nuestro un calendario solar, y el hebreo lunar, cada año nos cae la Pascua, y la Semana Santa que la precede, en fechas distintas. Es por tanto la influencia del calendario hebreo en el nuestro, lo que determina esta peculiaridad no sólo litúrgica, sino también civil. Hay que estar pendiente, pues, del plenilunio de marzo, para cuyo cálculo a largo plazo se han construido diversas tablas o epactas.

El calendario hebreo es eminentemente religioso (todos lo son, pero de éste tenemos más clara constancia). Tiene instituida la semana, cuyos días se nombran por ordinales y empezando por el domingo, para ajustarse a los días de la creación del mundo.

Los seis primeros días son laborables, y el séptimo, que sí tiene nombre, el Shabbath (reposo), es el día de descanso, como en el relato bíblico.


Obsérvese la coincidencia con la manera española de contar los días de la semana empezando por el primer día laborable (en nuestro caso el lunes) y acabando en el día de descanso; a diferencia de otras lenguas de nuestra cultura, que empiezan la semana por el domingo (día del Sol).

Tal como la propia denominación indica, toda la semana está al servicio del sábado, del día de descanso, la gran institución judía, con raíces bíblicas, en torno a la que se fundó una nueva civilización que dio el mayor paso de toda la historia para la abolición de la esclavitud: empezando por el inmenso lujo del descanso sabático también para los esclavos (“no olvides que fuiste esclavo en Egipto”), y continuando por las leyes que limitaban el tiempo y las condiciones de esclavitud.

Al ser lunar el calendario hebreo, porque además es la luna la que marca el tiempo, los meses del año oscilan entre 12 y 13. Con una frecuencia muy complicada de determinar (en el ciclo de Metón, de 19 años, son embolísmicos (de un mes más) los años 6º, 8º, 9º,11º, 14º, 17º y 19º).

Esto ya en la reforma del rabí Samuel (383 a de J.C.), que vino a poner orden en un calendario absolutamente variable, en el que las fiestas caían fuera de la estación que les daba sentido.
Con esta reforma quedaron los años regulares en 353, 354 y 355 días; y los embolísmicos (que llamamos bisiestos para entendernos), eran de 383, 384 y 385 días.

Para ajustar las cuentas hay dos meses, el kislew (del 6 de octubre al 4 de noviembre) y el marjeshván (del 6 de octubre al 4 de noviembre) que oscilan en un día.

Los meses son de 29 días los pares, y de 30 los impares. Al principio no tenían nombre, sino tan sólo numeración (recordemos que en el calendario romano antiguo, sólo cuatro meses tenían nombre; el resto, hasta los diez, eran ordinales); pero con la deportación de Babilonia se trajeron algunos nombres de meses.

El inicio de las épocas fue también oscilando,hasta que el rabí Samuel marcó como inicio del calendario judío el año de la creación del mundo, que siguiendo la cronología bíblica sería el 7 de octubre del año 3761 a. de J.C. Sumando este número al del año cristiano, sabemos en qué año del calendario judío estamos (a día de hoy, en el 5.762).

Y en cuanto a la fecha de inicio del año nuevo, es de una gran complejidad. Se debe celebrar en el Moled que sigue inmediatamente al equinoccio de otoño. Pero al tener que caer en determinado día de la semana, y al contar desde la salida de la luna, y no desde el inicio del día (a las 6 de la tarde) los desplazamientos resultantes son considerables.

El calendario hebreo está jalonado por las grandes fiestas:
en el mes de Nissán se celebra la Pascua, con el sacrificio del cordero y la ofrenda de las primicias de la cebada;
en el mes de Iyar, la segunda Pascua;
en el de Siván, la ofrenda de las primicias del trigo (Pentecostés);
en el de Tammuz el gran ayuno en conmemoración de la toma de Jerusalén por Tito;
en el de Abh, el ayuno por la destrucción del templo;
en el de Tishri, el año nuevo la expiación y la fiesta de los tabernáculos;
en el de Kislew, la fiesta de la dedicación del templo.
Calendario Judio
Basado en la Biblia y en algoritmos matemáticos y cálculos astronómicos que permiten predecir las fechas exactas de la luna nueva y de las estaciones.
Comienza con la Génesis del mundo, que según la tradición judia fue el domingo 7 de Octubre del año 3761 a. de C.
Es un calendario religiosas y lunisolar.
Año Gregoriano de 2008 corresponde al año 5769
Año Hebreo = Año Gregoriano + 3761
El año hebraico incluye un ciclo de 4 estaciones
El año comienza con el mes de Tishrei con la festividad de Rosh hashaná y termina en el mes de Edul.
Los meses son de 29 y 30 dias intercalados.
Incorpora la semana como distribución de tareas.
Los dias de la semana se basa en los 6 dias de la Creación.
La semana hebrea comienza el domingo y termina el sábado ( Shabbat - descanso ).
El calendario hebreo vuelve a repetir su ciclo cada 247 años.
El dia comienza con la salida de 3 estrellas y termina con la caida del sol.
Las Festividades comienzan con la caida del Sol.
La Navidad comienza con la cena de Nochebuena.

Artículo extraido de la edición del Almanaque Nº 3036 Martes 22 de Enero de 2008

MÁS INFORMACIÓN

Más en http://www.elalmanaque.com/Calendarios/index.htm

Calendario Festividades Historia_del_calendario EL CALENDARIO JUDÍO

lunes, enero 21, 2008

El Almanaque Nº 3035 Lunes 21 de Enero de 2008

CALENDARIO INDIO

Para hablar con propiedad deberíamos decir calendarios indios, porque la mayor singularidad en cuanto a la medición del tiempo por parte de los indios es que pretenden remontarse al principio de los tiempos (un principio infinito no sólo por indefinido, sino también por la inmensidad de su lejanía). Si los calendarios que se confeccionaron sobre la cronología bíblica se remontan a la creación de Adán, el calendario brahmánico se remonta al origen de Brahma y de Sira, prácticamente a la eternidad.

Pero al margen de estas elucubraciones místico-matemáticas de corte pitagórico, el calendario convencional de la India se mueve dentro de las coordenadas de los calendarios de las demás culturas, y resuelve de forma análoga el problema de que la duración de la órbita de la Tierra alrededor del Sol no sea divisible por un número exacto de días, sino que da 365’2422008. Es decir que un día sidéreo (dividiendo el tiempo que dura el viaje anual de la Tierra alrededor del Sol entre 365), nos da un pico de casi 4 minutos más por día, con lo que el día sidéreo viene a ser de 24 horas, 3 minutos, y 56,555 segundos. Pero como la rotación de la Tierra sobre sí misma dura exactamente 24 horas, y el día es la unidad más inamovible, he aquí que periódicamente hay que intercalar los días que acaban faltando. El año sidéreo lo computan en 365 días, 6 horas, 12 minutos, 36 segundos y 56 centésimas. La regulación la hacen por ciclos de 12 años y de 60 años (12 x 5). A los años se les asignan los nombres por reglas muy complejas.

El calendario indio está formado por meses lunares puros, que se cuentan por tanto de luna nueva a luna nueva. Los años ordinarios son de 354 o 355 días (Samvatsara Mana), y los embolísmicos (bisiestos) son de 383, 384 o 385 días (Adhica Samvatsara). Pero con los meses lunares persisten los meses solares, recibiendo los lunares el nombre del mes solar; y cuando en un mismo mes solar tienen comienzo dos meses lunares, ambos reciben el mismo nombre, llevando el primero el sobrenombre de Adhica, y el segundo el de Nija.


El año “bisiesto” recibe el nombre de fasli. El mes lunar está formado por una mitad clara, llamada Sudi, y otra oscura llamada Badi. Cada una de estas mitades está formada por 15 tithis; el nombre de los 14 primeros es su numeral, mientras el del 15º es Sudi Purnihma si corresponde al plenilunio, y Badi Amavasia si corresponde al novilunio.

También las horas del día tienen sus propios nombres. Y como veíamos en el calendario babilonio, es la hora con que empieza el día la que da nombre a éste. La cuenta de los días del mes tiene también su singularidad, al depender totalmente de la luna. De hecho se cuentan los meses por números exactos de días: cuando la parte decimal es inferior a 0’5 días, no se cuenta; y cuando es superior a 0’5, se le añade un día entero al mes.

La semana india coincide con la nuestra: es de 7 días. Sus equivalencias son: Domingo, Ravi-vara; Lunes, Soma-vara; Martes, Mangala-vara; Miércoles, Budha-vahra; Jueves, Gurú-vara; Viernes, Sukra-vara; Sábado, Sani-vara. El día sideral se divide en 60 gharis; cada ghari se subdivide en 60 palas; éstas en 60 vipalas; ésta en 60 atipalas; éstas en 60 kachthas; ésta en 60 nimechas; ésta en 60 lavas; y finalmente la lava se divide en 60 kchanas. El día civil tiene también sus propias divisiones: está formado por 60 dhatas, que se dividen en 60 vinadikas, formadas a su vez por 60 vipalas. Y finalmente el día solar está compuesto por 60 dandas, que se dividen en 60 vibealas. He ahí una catarata de divisiones sexagesimales, capaces de eternizar cada instante.

El año indio está dividido en 6 estaciones, una cada dos meses: Vesanta (primavera), Grichma (verano), Varea (lluvias), Sarad (otoño), Hemanta (invierno) Sisiva (fresco). Además de estas divisiones tienen las eras: el 3102 a. de J.C. empieza la era Kaliyuga; el 3078, la era Lokakala; el 545, la era de Buda; el 59, la era Samvat Vrikramadityak; y ya en nuestra era, en el año 249 empieza la era Kulachuri. Un auténtico diluvio de nombres.

Artículo extraido de la edición del Almanaque Nº 3035 Lunes 21 de Enero de 2008

domingo, enero 20, 2008

El Almanaque Nº 3034 Domingo 20 de Enero de 2008

CALENDARIO EGIPCIO

Como dice el padre de la Historia, Herodoto, Egipto es un don del Nilo: un don no sólo en el aspecto económico y político, sino también en el religioso y científico. Del mismo modo que el Nilo condicionó su unidad política, su forma de economía, su extraordinario sentido higiénico cuya expresión última era la momificación (las crecidas del Nilo dejaban tras sí mucha podredumbre, con la que era preciso saber manejarse), su conocimiento avanzado de la geometría (las crecidas son de nuevo el motor), y con ella la aritmética, también fue el Nilo el padre del profundo conocimiento astronómico que desarrollaron los egipcios, porque éste se desbordaba cada año con precisión de cronómetro, iniciándose las crecidas siempre el mismo día, y con ellas todo un proceso inmutable de vida y muerte vegetal, animal y humana. El gran referente celeste era la estrella Sirio, a la que los egipcios llamaban Sotis. Se trata de la estrella a de la constelación del Perro Mayor. Es la estrella más resplandeciente del cielo. Su nombre significa “brillante”, y su salida helíaca coincidía con el solsticio de verano, la gran fiesta solar, y con la crecida del Nilo.
Siendo Sirio el gran astro, cuyo resplandor prodigioso cantan Homero y Hesíodo y celebran muchos otros autores antiguos, los egipcios iniciaron su calendario cuando coincidió su orto helíaco con el día 1 del mes Thoth, el primero de los doce meses egipcios. Este fenómeno astronómico de produjo el año 2782 antes de Cristo, en el que se inició la llamada era sotíaca. El año egipcio constaba de 12 meses iguales, de 30 días, con lo que la suma del año era de 360 días, a los que se añadían al final los 5 epagómenos (complementarios). Los meses se agrupaban en tres estaciones de cuatro meses cada una. El día era de 24 horas, y se consideraba su inicio a las 12 de la noche.
Les ocurrió a los egipcios lo mismo que a los romanos antes de la reforma juliana, que la acumulación de los decimales de día habían desplazado el calendario civil muchos días con respecto al calendario astronómico. El año 238 a. de J.C. se reunieron en Cánope, en el templo de los dioses Evergetas los jefes de los sacerdotes-sabios, los llamados hierográmatas (los gramáticos o letrados sagrados) y demás jefes religiosos de Egipto para afrontar la reforma del calendario: se trataba de hacer coincidir la celebración de la aparición de Sotis en el cielo, con su aparición real. La solución fue la misma que adoptó el calendario juliano unos siglos más tarde: añadir cada cuatro años un día más a los días epagómenos (los sobrantes de la cuenta de 12 meses iguales). Los celos entre los sacerdotes de distintas regiones hicieron fracasar la reforma.
Se hizo célebre Cánope porque allí se encontró en 1866 una estela erigida por Tolomeo III Evergetes I, en griego, en jeroglífico y en demótico, conteniendo un edicto (el Decreto de Cánope) en el que de paso que se manda rendir culto a él, a su esposa y a una hija de ambos prematuramente muerta, se hace referencia a una reforma del calendario en estos términos: “Para que las estaciones se sucedan según una regla absoluta y según el orden del mundo, y para que no suceda que los ritos y fiestas que corresponde celebrar en invierno caigan en verano, a causa de la alteración de un día cada cuatro años, en la salida del astro (Sirio); y que tampoco otros ritos y fiestas celebradas en verano caigan más tarde en invierno, como ya se ha visto y acaba de suceder; de hoy en adelante, en el presente año, compuesto de 365 días más los 5 Domingo 20 adicionales, y luego cada cuatro años se intercalará, entre los 5 días epagómenos y el nuevo año, un día consagrado a la fiesta de los dioses Evergetes.” (Evergetes son los dioses bienhechores, los que obran bien). He ahí en el decreto bien resumida la reforma del calendario egipcio tan decisiva como la de Julio César en el calendario romano, pero con siglos de adelanto. Como nota arqueológica conviene observar que gracias a este decreto pudo Champolión culminar la interpretación de los jeroglíficos.


Artículo extraido de la edición del Almanaque Nº 3034 Domingo 20 de Enero de 2008
LIBROS

sábado, enero 19, 2008

El Almanaque Nº 3033 Sábado 19 de Enero de 2008

CALENDARIO AZTECA


Cuando llegó Hernán Cortés a México, el calendario azteca acababa de ser reformado, y el año empezaba el día 1 de Atlacalmaco, que coincidía con nuestro 1 de marzo. No está claro si fue el mes o la “semana” la más antigua unidad de medida de los días. De todos modos, en todos los calendarios de la historia vemos cómo son los días de mercado los que marcan la cadencia de las semanas (en algunas lenguas se usa la misma palabra para denominar la feria o mercado y la semana). Entre las culturas centroamericanas se instituyó la celebración del mercado cada 5 días y por tanto la semana de 5 días (fue la sacralización del número 7 en nuestra cultura lo que determinó que nuestra semana sea de 7 días). La siguiente unidad era el mes de 20 días, con un total de 18 meses al año, que sumaban 360 días.

Para completar los 365 días del año solar (366 los bisiestos, que también los tenían) añadían al final del año los 5 (o 6) días llamados nomentemis, que dedicaban íntegramente al placer y la diversión; en esta última semana del año no había feria, para no interrumpir las celebraciones. Algo muy parecido a las saturnales romanas y las navidades cristianas con que se despide el año viejo y se recibe al nuevo.

El hecho de que las culturas de centroamérica no hubiesen desarrollado la escritura, no representó ningún impedimento para el desarrollo de un calendario perfecto. Asignaron nombres con los respectivos pictogramas a los 20 días del mes (1 flecha, 2 tigre, 3 águila, 4 cuervo, 5 los cuatro movimientos del sol, 6 pedernal, 7 lluvia, 8 flor, 9 serpiente armada de harpones, 10 Ehecatl (el gran dios Ketzalcoatl en figura de viento), 11 casa, 12 lagartija, 13 culebra, 14 muerte, 15 venado, 16 conejo, 17 agua, 18 perro, 19 mona, y 20 hierba).

De este modo era fácil representar el desarrollo del tiempo. Parece que antes de llegar a este nivel de denominación, sólo tuvieron cuatro nombres (como una semana de 4 días) que se iban repitiendo hasta completar el mes. Estos nombres eran ácatl, tepatl, calli y tochtli, que representaban a los cuatro astros (Sol, Luna, Venus, Tierra), a los cuatro vientos, a las cuatro estaciones, o a los cuatro elementos. Parece que desde muy antiguo dividían el año en cuatro estaciones; que se guiaban por los equinoccios y los solsticios; y que dividieron el día en 16 “horas”: 8 laborables, desde la salida a la puesta del sol, y las 8 restantes de descanso.

Al igual que ocurrió en el viejo continente, los calendarios avanzaban con las respectivas culturas. Por más que en los mitos respectivos cada uno aparezca como iniciador del tiempo, el caso es que los calendarios maya, nahoa y azteca pertenecen a una misma fuente cultural. En el año 249 a. de J.C, cuando el calendario romano era un auténtico caos, y aún faltaban siglos para la reforma juliana que instituyó los años bisiestos, en ese año se reunieron los sacerdotes de las tribus nahuas para corregir las desviaciones de su calendario, introduciendo el año “bisiesto” (la repetición cada cuatro años del último de los días nomentemis).


Esta reunión tuvo lugar en Huehuetlapallan, una de las siete ciudades mexicanas que formaron Chicomoztoc, la ciudad mexicana más importante de los nahuas.
Instituyeron también el período de 52 años, formado por cuatro haces o gavillas de años (13 x 4). Con esta ocasión en que ajustaban exactamente el calendario al sol, celebraban una extraordinaria fiesta religiosa en la que se extinguía el fuego viejo y se encendía un nuevo fuego sobre el cuerpo de la víctima humana que con esta ocasión se iba a sacrificar.

Todos los fuegos del imperio se extinguían antes de tan gran ceremonia (en épocas, los días nomentemis que la precedían tuvieron carácter de duelo, penitencia y sangrientas disciplinas, simbolizando la preparación para el fin del mundo); y después de la gran oscuridad, llegaba la explosión de la luz: infinidad de antorchas encendidas en el fuego nuevo de la pira del sacrificio, partían en dirección a todas las ciudades y poblados. Es de notar el singular paralelo con la celebración judeocristiana de los jubileos cada 49 años (7 x 7), siendo el quincuagésimo, el año jubilar.

Mariano Arnal

Más en http://www.elalmanaque.com/Calendarios/index.htm


LIBROS

Historia Civilizaciones - Egipto - Mesopotamia - Grecia - Roma - Egipto - Mitologia - Incas - Mayas - Otros pueblos

VIDEOS SOBRE ALMANAQUES http://www.elalmanaque.com/videos1/calendarios/index.htm


Declaración Universal de los Derechos del Animal

PREAMBULO

Considerando que todo animal posee derechos·
Considerando que el desconocimiento de dichos derechos ha conducido y sigue conduciendo al hombre acometer crímenes contra la naturaleza y contra los animales·
Considerando que el reconocimiento por parte de la especie humana de los derechos a la existencia de lasotras especies animales, constituye el fundamento de la coexistencia de las especies en el mundo·
Considerando que el hombre comete genocidio y existe la amenaza de que siga cometiéndolo·
Considerando que el respeto hacia los animales por el hombre está ligado al respeto de los hombres entre ellos mismos·
Considerando que la educación debe enseñar, desde la infancia, a observar, comprender, respetar y amar a los animales

SE PROCLAMA LO SIGUIENTE:

Artículo 1º
Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia.

Artículo 2º
a) Todo animal tiene derecho al respeto.
b) El hombre, en tanto que especie animal, no puede atribuirse el derecho de exterminar a otros animales o de explotarlos violando ese derecho. Tiene la obligación de poner sus conocimientos al servicio de los animales.
c) Todos los animales tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la protección del hombre.

Artículo 3º
a) Ningún animal será sometido a malos tratos ni a actos crueles.
b) Si es necesaria la muerte de un animal, ésta debe ser instantánea, indolora y no generadora de angustia.

Artículo 4º
a) Todo animal perteneciente a una especie salvaje, tiene derecho a vivir libre en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático y a reproducirse.
b) Toda privación de libertad, incluso aquella que tenga fines educativos, es contraria a este derecho.

Artículo 5º
a) Todo animal perteneciente a una especie que viva tradicionalmente en el entorno del hombre, tiene derecho a vivir y crecer al ritmo y en las condiciones de vida y de libertad que sean propias de su especie.
b) Toda modificación de dicho ritmo o dichas condiciones que fuera impuesta por el hombre con fines mercantiles, es contraria a dicho derecho.

Artículo 6º
a) Todo animal que el hombre ha escogido como compañero, tiene derecho a que la duración de su vida sea conforme a su longevidad natural.
b) El abandono de un animal es un acto cruel y degradante.

Artículo 7º
Todo animal de trabajo tiene derecho a una limitación razonable del tiempo e intensidad del trabajo, a una alimentación reparadora y al reposo.

Artículo 8º

a) La experimentación animal que implique un sufrimiento físico o psicológico es incompatible con los derechos del animal, tanto si se trata de experimentos médicos, científicos, comerciales, como toda otra forma de experimentación.
b) Las técnicas alternativas deben ser utilizadas y desarrolladas.

Artículo 9º
Cuando un animal es criado para la alimentación debe ser nutrido, instalado y transportado, así como sacrificado, sin que de ello resulte para él motivo de ansiedad o dolor.

Artículo 10º
a) Ningún animal debe ser explotado para esparcimiento del hombre.b) Las exhibiciones de animales y los espectáculos que se sirvan de animales son incompatibles con la dignidad del animal.

Artículo 11º
Todo acto que implique la muerte de un animal sin necesidad es un biocidio, es decir, un crimen contra la vida.

Artículo 12º
a) Todo acto que implique la muerte de un gran número de animales salvajes es un genocidio, es decir, un crimen contra la especie.
b) La contaminación y la destrucción del ambiente natural conducen al genocidio.

Artículo 13º
a) Un animal muerto debe ser tratado con respeto.
b) Las escenas de violencia en las cuales los animales son víctimas, deben ser prohibidas en el cine y en la televisión, salvo si ellas tienen como fin el dar muestra de los atentados contra los derechos del animal.

Artículo 14º
a) Los organismos de protección y salvaguarda de los animales, deben ser representados a nivel gubernamental.b) Los derechos del animal deben ser defendidos por la Ley, como lo son los derechos del hombre.

Este texto definitivo de la Declaración Universal de los Derechos del Animal ha sido adoptado por la Liga Internacional de los Derechos del Animal y las Ligas Nacionales afiliadas tras la 3.ª reunión sobre los derechos del animal, celebradas en Londres del 21 al 23 de septiembre de 1977.La declaración proclamada el 15 de octubre de 1978 por la Liga Internacional, las Ligas Nacionales y las personas físicas que se asocien a ellas, fue aprobada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y posteriormente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).


Libros : Animales de Compañía Aves - Gatos - Peces - Perros - Otros animales - Enlaces - Cursos



Artículos extraidos de la edición del Almanaque Nº 3033 Sábado 19 de Enero de 2008

viernes, enero 18, 2008

El Almanaque Nº 3032 Viernes 18 de Enero de 2008

LA PIEDRA DEL SOL


El Museo Nacional de México guarda como una de sus más preciadas joyas la Piedra del Sol, el calendario azteca que estuvo religiosamente guardado en la base de la torre occidental de la catedral de México. Estamos en el Nuevo Mundo, separado del viejo conglomerado continental y cultural por inmensos océanos, barrera infranqueable para un tráfico tal que permitiese una interacción cultural entre ambos mundos.
Es, pues, lo más probable que si algún contacto hubo entre éstos antes del 12 de octubre de 1492, fuese totalmente esporádico (sostienen algunos historiadores que el mismo Colón había estado en el nuevo continente antes de esa fecha), de modo que era difícil que dejasen huella.
Y sin embargo vemos cómo los grandes fenómenos culturales se repiten, entre ellos las prácticas religiosas, políticas y sociales; algunas técnicas incluso, y muchos conocimientos especulativos. Y son precisamente los calendarios y almanaques los que con mayor nitidez nos presentan esta silueta de un espíritu humano que sopla de igual manera en un mundo que en otro, y que nos ofrece en cualquier tiempo y en cualquier lugar un hombre esencialmente igual a sí mismo.
Cuando llegó Colón a América, hacía tan sólo 38 años que los aztecas habían reformado su calendario, que era de 365 días, para intercalar el año bisiesto. La historia de los calendarios en el continente americano se parece notablemente a la de los calendarios y almanaques de los conglomerados culturales mediterráneo y asiático.
Según los mitos aztecas fue el dios Quetzalcoatl el que enseñó al hombre el calendario, al mismo tiempo que la agricultura, las técnicas y las ciencias. También en las culturas precolombinas de centroamérica, de las que nos quedan numerosas referencias y vestigios, el calendario es la más elaborada expresión de las creencias, conocimientos y costumbres.
Leer sus calendarios es como leer en clave sus libros sagrados, sus credos y sus fiestas; es como un escaparate de sus cultos y culturas. Cuando llegaron los españoles al Nuevo Mundo, algunas de las culturas con las que entraron en contacto estaban en su máximo apogeo: Centroamérica parecía, al igual que Egipto y Mesopotamia, la encrucijada de las grandes culturas del continente, el crisol en que éstas se fundían, conservándose lo mejor de cada una de ellas.
Los calendarios de la zona son un fiel reflejo de ese esplendor y de esa síntesis cultural. Los mayas del Yucatán, los nahoas y los aztecas son los pueblos cuya cultura se impuso.


Más en http://www.elalmanaque.com/Calendarios/index.htm

http://www.elalmanaque.com/videos1/calendarios/index.htm

LIBROS
Historia Civilizaciones - Egipto - Mesopotamia - Grecia - Roma - Egipto - Mitologia - Incas - Mayas - Otros pueblos


LA VOZ DE LA CALLE
Letra del Himno Nacional

¿Se puede hacer hablar a quien es mudo de nacimiento?
Estábamos en esto de la crispación, de la mala convivencia y del desencuentro socio-político cuando alguien se arrancó por bulerías y pontificó:

-Ea, el Himno Nacional tiene que tener una letra para que los deportistas puedan cantar, ya es hora de que los silencios y los tarareos den paso a la articulación sonora y abierta de las palabras

-Pero, señor, a lo mejor no es éste el momento de ponerle el cascabel al gato.
-¿Y por qué no? Centrémonos en el cascabel y olvidémonos del gato. Mejor dicho, hagamos un cascabel universal para que puedan aceptarlo todos los gatos-Para eso tendría que sonar a gloria bendita
-No, a gloria bendita ya suena la música. La letra tiene que sonar a consenso divino.
-¿Consenso? ¿Cómo puede haber consenso en un lugar que para unos es País, para otros Nación y para otros Estado; un lugar que para unos es grande y para otros no existe? No, la letra no tiene que sonar a consenso, sino a milagro. Pero mentar el milagro ¿no es mentar a la bicha?

Me parece que el Himno Nacional va a quedarse nuevamente sin letra. Pero sigamos.

He oído en los foros machacones de estos últimos días que los himnos han de ser épicos por narices, razón por la que suelen hacerse cuando están recientes las gestas. Pero ¿qué gestas hay ahora en España, salvando las del deporte? De hecho, ¿no es al Comité Olímpico Español al que se le ha ocurrido este embolado de la letra para que el Himno no acabe muriendo de soledad sonora y muda? Bueno, también está la SGAE de por medio, pero ésta sólo piensa en el canon…

Por cierto, ¿en qué España ha de pensar el que ose escribir una letra para su Himno, en la del pasado, en la del presente, en la del futuro? La lógica sugiere que, sin renegar de la del pasado ni eludir la del futuro, nos centremos sobre todo en la del presente. Pero los verbos españoles tienen un presente muy difícil de conjugar. Fijaos: Yo amo a España ¿Y tú? Yo paso olímpicamente de ella, pero tengo un vecino que la niega y otro que la odia. Y hasta creo recordar que hay alguien a quien España se la suda ¿Cómo se puede hacer un cesto con estos mimbres?

Pues bien, yo lo he intentado en una tarde de frío y de desgana. Y de algún rincón oscuro de la conciencia me han salido las reflexiones que a continuación enumero: una exposición aséptica de la actualidad política española, un consejo que nadie me ha pedido y que doy con carácter de rechazable, el deseable concierto de un coro formado por voces de acompasada autonomía, y una concesión a los sueños cuantificados en las encuestas.

Y ya que no aparece la épica por ningún sitio, todo va traspasado por la fina espada de la ironía, que es de un acero templado en los hondos silencios del espíritu.Un abrazo

Himno Nacional
Una letra para añadir al disenso

Oye, hermano, las glorias compartidas
de esta gran nación
que está por definir.

Toma las riendas de su porvenir
y dignifica el hecho de ser español. (Bis)
Oye, España, los diecisiete impulsos
de tu corazónen un sólo latir.

Siente en tu pecho el hondo fluir
de un alimento patrio y aglutinador. (Bis)

Mariano Estrada http://www.mestrada.net/
Paisajes LiterariosBlog http://paisajes.blogcindario.com/

Artículos extraidos de la edición del Almanaque Nº 3032 Viernes 17 de Enero de 2008

jueves, enero 17, 2008

El Almanaque Nº 3031 Jueves 17 de Enero de 2008

LAS COSAS Y SUS NOMBRES - ORIGEN DE LA PALABRA

CALENDARIO EGIPCIO

Como dice el padre de la Historia, Herodoto, Egipto es un don del Nilo: un don no sólo en el aspecto económico y político, sino también en el religioso y científico. Del mismo modo que el Nilo condicionó su unidad política, su forma de economía, su extraordinario sentido higiénico cuya expresión última era la momificación (las crecidas del Nilo dejaban tras sí mucha podredumbre, con la que era preciso saber manejarse), su conocimiento avanzado de la geometría (las crecidas son de nuevo el motor), y con ella la aritmética, también fue el Nilo el padre del profundo conocimiento astronómico que desarrollaron los egipcios, porque éste se desbordaba cada año con precisión de cronómetro, iniciándose las crecidas siempre el mismo día, y con ellas todo un proceso inmutable de vida y muerte vegetal, animal y humana. El gran referente celeste era la estrella Sirio, a la que los egipcios llamaban Sotis. Se trata de la estrella a de la constelación del Perro Mayor. Es la estrella más resplandeciente del cielo. Su nombre significa “brillante”, y su salida helíaca coincidía con el solsticio de verano, la gran fiesta solar, y con la crecida del Nilo.

Siendo Sirio el gran astro, cuyo resplandor prodigioso cantan Homero y Hesíodo y celebran muchos otros autores antiguos, los egipcios iniciaron su calendario cuando coincidió su orto helíaco con el día 1 del mes Thoth, el primero de los doce meses egipcios. Este fenómeno astronómico de produjo el año 2782 antes de Cristo, en el que se inició la llamada era sotíaca. El año egipcio constaba de 12 meses iguales, de 30 días, con lo que la suma del año era de 360 días, a los que se añadían al final los 5 epagómenos (complementarios). Los meses se agrupaban en tres estaciones de cuatro meses cada una. El día era de 24 horas, y se consideraba su inicio a las 12 de la noche.
Les ocurrió a los egipcios lo mismo que a los romanos antes de la reforma juliana, que la acumulación de los decimales de día habían desplazado el calendario civil muchos días con respecto al calendario astronómico. El año 238 a. de J.C. se reunieron en Cánope, en el templo de los dioses Evergetas los jefes de los sacerdotes-sabios, los llamados hierográmatas (los gramáticos o letrados sagrados) y demás jefes religiosos de Egipto para afrontar la reforma del calendario: se trataba de hacer coincidir la celebración de la aparición de Sotis en el cielo, con su aparición real. La solución fue la misma que adoptó el calendario juliano unos siglos más tarde: añadir cada cuatro años un día más a los días epagómenos (los sobrantes de la cuenta de 12 meses iguales). Los celos entre los sacerdotes de distintas regiones hicieron fracasar la reforma.
Se hizo célebre Cánope porque allí se encontró en 1866 una estela erigida por Tolomeo III Evergetes I, en griego, en jeroglífico y en demótico, conteniendo un edicto (el Decreto de Cánope) en el que de paso que se manda rendir culto a él, a su esposa y a una hija de ambos prematuramente muerta, se hace referencia a una reforma del calendario en estos términos: “Para que las estaciones se sucedan según una regla absoluta y según el orden del mundo, y para que no suceda que los ritos y fiestas que corresponde celebrar en invierno caigan en verano, a causa de la alteración de un día cada cuatro años, en la salida del astro (Sirio); y que tampoco otros ritos y fiestas celebradas en verano caigan más tarde en invierno, como ya se ha visto y acaba de suceder; de hoy en adelante, en el presente año, compuesto de 365 días más los 5 adicionales, y luego cada cuatro años se intercalará, entre los 5 días epagómenos y el nuevo año, un día consagrado a la fiesta de los dioses Evergetes.” (Evergetes son los dioses bienhechores, los que obran bien). He ahí en el decreto bien resumida la reforma del calendario egipcio tan decisiva como la de Julio César en el calendario romano, pero con siglos de adelanto. Como nota arqueológica conviene observar que gracias a este decreto pudo Champolión culminar la interpretación de los jeroglíficos.

Mariano Arnal

Artículo extraido de la edición del Almanaque Jueves 17 de Enero de 2008

MÁS INFORMACIÓN
Historia del arte del Egipto Antiguo El antiguo Egipto en la novela histórica
Temas de Historia de Egipto - Egipto: Mapas, Datos del Pais, Etnologia, Historia
REPORTAJE VIAJE A EGIPTO, RUMBO A EL CAIRO VÍA ITALIA
LIBROS : Libros recomendados Textos Universitarios agrupados por temáticas
Historia Civilizaciones - Egipto - Mesopotamia - Grecia - Roma - Egipto - Mitologia - Incas - Mayas - Otros pueblos