jueves, enero 24, 2008

CARNAVALES : DISFRAZ

CARNAVALES :

DISFRAZ

Los diccionarios se curan en salud respecto al origen de esta palabra, y dicen que no hay certeza sobre el mismo.Esto no obstante, apuntan con preferencia al verbo frezar como su más probable origen. Corominas, el gran lexicólogo, dedica tres páginas de su diccionario etimológico a argumentar y documentar esta tesis. Me apunto a ella.


Según Corominas, la forma original de esta palabra fue desfrezar, y si no deriva, por lo menos tiene que ver con el catalán desfressar, documentado desde un siglo antes que el correlativo español, y con una evolución de significado que explica satisfactoriamente su evolución hasta el que hoy tiene. Se trata de una hipótesis muy verosímil.

El verbo frezar, en versión catalana fressar, significa escarbar u hozar un animal haciendo hoyos o frezas; restregarse el pez contra las rocas o contra el fondo para desovar; roer las hojas el gusano de seda. La freza es por tanto, además de la acción de frezar, la huella que dejan los animales con esa acción. El origen es latino: frictiare sería el verbo del bajo latín (no documentado) que daría lugar a esta palabra. Es frecuentativo de fricare, que significa frotar, restregar. En el derivado fricción se percibe claramente el significado de este verbo. Pues bien, si le añadimos el prefijo des-, tenemos la acción de borrar las huellas de la freza, es decir borrar huellas sin más.

El verbo catalán desfressar aparece en el siglo XIV con los significados de desfigurar, disimular, falsear. Sólo un siglo más tarde apuntaba la palabra en castellano, y en el siglo siguiente se afianzaba, pero con el significado ya decantado hacia el que actualmente tiene. La forma desfrezar, que sería el puente entre la forma catalana y la que hoy tiene la palabra en español, está dudosamente documentada. No disponiendo de ninguna otra explicación suficientemente sólida, forzoso es quedarse con ella. Hay quien apunta la posibilidad de que la palabra disfraz tuviera que ver con frazada, término arcaico con el significado de manta, capa, embozo. Otra etimología más, apunta a un hipotético verbo disfactiare, derivado de fácere (hacer) y que significaría desfigurar. Son verosímiles, pero no están documentadas.

En cuanto a la evolución del significado, parece que también fue en catalán donde antes se produjo la asociación entre esta palabra y el disfraz propiamente dicho: desde el primitivo significado de borrar huellas (frezas) pasó a desfigurar y engañar (esta intención está presente en el verbo desde su misma creación), para llegar finalmente al disfraz de carnaval, que fue quien finalmente se quedó con la palabra. Y parece que vuelve a ser el catalán la lengua que primero aplicó este término a los disfraces festivos, allá por el siglo XIX. Antes de esto, recibían distintos nombres. No olvidemos que los griegos al antifaz o careta lo llamaban proswpon (prósopon) y los romanos persona. Y no perdamos de vista que en estos términos no se oculta ninguna intención engañosa, como ocurre claramente en el término disfraz si es cierto el origen y evolución que le asignamos.

Esto en cuanto al nomen (el nombre). En cuanto a la res (la cosa), todos los analistas están de acuerdo en que los disfraces tienen dos orígenes: por una parte el teatro, y por otra el culto a los antepasados. Sin embargo, ambos orígenes se unen en los tiempos más remotos, pues en cualquier caso el teatro es el desarrollo civil de cultos religiosos. Y tanto en el culto a los antepasados como en el teatro, la asunción de la personalidad de éstos mediante el disfraz, persigue objetivos mágicos; durante las celebraciones y ritos cede las riendas de nuestra conducta a los personajes representados por los disfraces. Se trata de dejarse llevar por el personaje en el que cada uno se ha convertido. Motivos religiosos indujeron a nuestros antepasados a cambiar de “persona” en las grandes fiestas en honor de los muertos; y motivos de terapia mental individual y colectiva son los que imprimen tantísima fuerza a los carnavales: es la gran oportunidad de ser otros.


Mariano Arnal

Artículos extraidos de la edición del Almanaque Nº 3038 Jueves 24 de Enero de 2008

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