LAS COSAS Y SUS NOMBRES
LA FRASE
Las injusticias de hoy son las guerras de mañana
EL REFRÁN
DIME CON QUIÉN ANDAS, Y TE DIRÉ QUIÉN ERES
ETIMOLOGIA - LÉXICO
BLOQUEO
Es el término moderno de uno más antiguo que se llamaba asedio. Lo tomamos del francés bloc, o del inglés block, que tienen su origen en el neerlandés blok, que significa tronco cortado (para nosotros, tropiezo). El verbo bloquear aparece en español en el siglo XVIII en la terminología militar, como derivado de blocao (caseta, barracón o reducto de madera, que se arma en el sitio que mejor conviene), cuya forma anerior fue blocaos, y antes aún blocaus, transcripción evidente del alemán blockhaus, casa o barraca de bloques, es decir de troncos, fortín; en relación evidente con el francés blocus, tomado del neerlandés blochuis.
El alemán formó el verbo blockieren tomándolo del francés bloquer, igual que nosotros formamos bloquear. Es que en el XIX el poderío militar francés era admirado, estudiado e imitado por toda Europa, lo que dio lugar a la incorporación en las demás lenguas europeas de terminología militar francesa.
El término bloqueo ha sido siempre sinónimo de asedio. Ésta es la definición que da de él un diccionario de finales del XIX: Acción y efecto de bloquear o asediar. Asedio, cerco, circunvalación, línea incomunicadora que se pone a un punto fortificado, a regular distancia y fuera de tiro o alcance de cañón, ocupando los pasos, contornos, alrededores y cercanías, para impedir que se introduzcan víveres, municiones y refuerzos.
La técnica político-militar del bloqueo es tan antigua como las murallas. Toda ciudad enemiga u hostil que no salía a luchar a campo abierto, sino que combatía a base de escaramuzas, era sometida al asedio: se construía en torno a ella una fortificación impenetrable, consistente en fosos, empalizadas de madera y torres, siguiendo el perímetro de las murallas y a poca distancia de éstas, para impedir la entrada de alimentos y ayudas militarse a los asediados.
Se cortaba también el suministro de agua si ésta venía de fuera, y se estudiaba el envenenamiento de la capa freática si se abastecían de pozos. Y así hasta la rendición. Puesto que hoy no se bloquean ciudades, sino países enteros, el bloqueo tiene siempre carácter exclusivamente económico. Se procura estrangular la economía de los países condenados a bloqueos directos e indirectos, vigilando el país que decreta el bloqueo, las puertas de entrada de los recursos.
La filosofía del bloqueo es más política que militar: haciendo sufrir a los habitantes de un país privaciones y penurias, se pretende que éstos se rebelen contra el régimen político contrario al país bloqueador. En nuestro caso son los países democráticos los que someten a bloqueo a los regímenes totalitarios que pretenden derribar. Así tenemos los bloqueos de Cuba y de Irak; así el bloqueo directo de Servia mientras estuvo bajo el dominio de Milósevic, y el indirecto (retención de ayudas) mientras no entregase a éste al tribunal de la Haya.
Mariano Arnal
LÉXICO
Publicado en la edición El Almanaque Nº 3080 Jueves 6 de Marzo de 2008
jueves, marzo 06, 2008
miércoles, marzo 05, 2008
ETIMOLOGIA - LÉXICO : DISCIPLINA
ETIMOLOGIA - LÉXICO
DISCIPLINA
Es muy interesante la expansión semántica de disciplina. Partiendo de discere, que significa aprender (recuérdese el doblete docente - discente; el primero es el que enseña, el segundo el que aprende), se formaron discípulo, disciplina (la disciplina y las disciplinas), disciplinado, indisciplinado, díscolo, disciplinario. Es decir que ideando fórmulas para que el alumno aprendiese, que de eso se trataba al fin y al cabo, se fue desarrollando y ampliando el concepto de disciplina.
En la actualidad el significado más usual de disciplina es el de "conjunto de reglas para mantener el orden y la subordinación entre los miembros de un cuerpo". Y aquí nos quedamos. Para más ampliación recomiendo los diccionarios; es muy interesante echarle un vistazo a todo el campo léxico. Llamo tan sólo la atención sobre el adjetivo disciplinario, que finalmente es el sistema de correctivos para devolver a los díscolos al camino de la disciplina.
Venimos del latín disco, discere, didici (reduplicado). Y no tiene supino (tendría que haber sido didictum); no lo tiene porque no le hace falta. El uso transitivo del verbo quedó arrinconado, para potenciarse cada vez más los usos intransitivo e instrumental (discere armis = entrenarse en las armas). Sospecho que la raíz es sc-, la misma de scio, scire, saber, de donde deriva scientia = ciencia (dejo para otro momento las exploraciones en este campo). Lo que está claro es que significa aprender y que su derivado disciplina (su forma arcaica era discipulina) es el esfuerzo que hace el discípulus por aprender.
De ahí pasó a denominar por una parte el conjunto de condiciones ambientales externas para que la actividad de aprender se pudiera desarrollar, y por otra las actuaciones concretas para forzar el aprendizaje. En ambos casos estamos hablando de presión externa o de esfuerzo propio.
Es oportuno recordar que el verbo studere, del que proceden estudiar y estudiante están exactamente en la misma línea de esfuerzo (ver web). Quizá la diferencia más notable entre ambos es que siendo en origen el sujeto tanto del estudio como de la disciplina el propio estudiante, la disciplina ha acabado siendo algo que le viene impuesto desde fuera.
El problema es que se han aflojado muchísimo las dos fuentes de presión para forzar el aprendizaje. El estudio es la obstinación del sujeto por conseguir algo (no es precisamente este el retrato robot del "estudiante"); y la disciplina son las condiciones externas y la presión ambiental para que el estudiante efectivamente estudie.
Desde el momento en que la escuela ha sustituido la disciplina (es decir el cultivo de las condiciones más idóneas para que los discípulos aprendan) por un sistema disciplinario cuyo objetivo no son ya las condiciones de aprendizaje, sino pura y simplemente las de convivencia (y a veces de supervivencia) en la escuela, es que hemos desnaturalizado seriamente las cosas.
El haber substituido (de esto hace ya dos reformas) el aprendizaje por la escolarización, es decir el hacer por el estar, ha cambiado profundamente las cosas. Esto no se ha producido por inercia. Es el resultado de una filosofía y una programación. ¿A beneficio de quién?
Mariano Arnal
LÉXICO
Publicado en la edición El Almanaque Nº 3079 Miércoles 5 de Marzo de 2008
DISCIPLINA
Es muy interesante la expansión semántica de disciplina. Partiendo de discere, que significa aprender (recuérdese el doblete docente - discente; el primero es el que enseña, el segundo el que aprende), se formaron discípulo, disciplina (la disciplina y las disciplinas), disciplinado, indisciplinado, díscolo, disciplinario. Es decir que ideando fórmulas para que el alumno aprendiese, que de eso se trataba al fin y al cabo, se fue desarrollando y ampliando el concepto de disciplina.
En la actualidad el significado más usual de disciplina es el de "conjunto de reglas para mantener el orden y la subordinación entre los miembros de un cuerpo". Y aquí nos quedamos. Para más ampliación recomiendo los diccionarios; es muy interesante echarle un vistazo a todo el campo léxico. Llamo tan sólo la atención sobre el adjetivo disciplinario, que finalmente es el sistema de correctivos para devolver a los díscolos al camino de la disciplina.
Venimos del latín disco, discere, didici (reduplicado). Y no tiene supino (tendría que haber sido didictum); no lo tiene porque no le hace falta. El uso transitivo del verbo quedó arrinconado, para potenciarse cada vez más los usos intransitivo e instrumental (discere armis = entrenarse en las armas). Sospecho que la raíz es sc-, la misma de scio, scire, saber, de donde deriva scientia = ciencia (dejo para otro momento las exploraciones en este campo). Lo que está claro es que significa aprender y que su derivado disciplina (su forma arcaica era discipulina) es el esfuerzo que hace el discípulus por aprender.
De ahí pasó a denominar por una parte el conjunto de condiciones ambientales externas para que la actividad de aprender se pudiera desarrollar, y por otra las actuaciones concretas para forzar el aprendizaje. En ambos casos estamos hablando de presión externa o de esfuerzo propio.
Es oportuno recordar que el verbo studere, del que proceden estudiar y estudiante están exactamente en la misma línea de esfuerzo (ver web). Quizá la diferencia más notable entre ambos es que siendo en origen el sujeto tanto del estudio como de la disciplina el propio estudiante, la disciplina ha acabado siendo algo que le viene impuesto desde fuera.
El problema es que se han aflojado muchísimo las dos fuentes de presión para forzar el aprendizaje. El estudio es la obstinación del sujeto por conseguir algo (no es precisamente este el retrato robot del "estudiante"); y la disciplina son las condiciones externas y la presión ambiental para que el estudiante efectivamente estudie.
Desde el momento en que la escuela ha sustituido la disciplina (es decir el cultivo de las condiciones más idóneas para que los discípulos aprendan) por un sistema disciplinario cuyo objetivo no son ya las condiciones de aprendizaje, sino pura y simplemente las de convivencia (y a veces de supervivencia) en la escuela, es que hemos desnaturalizado seriamente las cosas.
El haber substituido (de esto hace ya dos reformas) el aprendizaje por la escolarización, es decir el hacer por el estar, ha cambiado profundamente las cosas. Esto no se ha producido por inercia. Es el resultado de una filosofía y una programación. ¿A beneficio de quién?
Mariano Arnal
LÉXICO
Publicado en la edición El Almanaque Nº 3079 Miércoles 5 de Marzo de 2008
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